Hombre

Víctor García Muñoz


Antes del principio de los tiempos, los Dioses discutían, como hacer una Tierra perfecta, llegando finalmente al acuerdo de formarla únicamente con cuatro elementos; la simplicidad es la base de todos los éxitos; decía el mas sabio de ellos. Así es que crearon el agua, la tierra, el viento y el fuego, mezclándolos con la esperanza de un maravilloso resultado; resultado que no se presentó, lo cual los obligo a discutir el porque de esa inactividad; al cabo de muchos rodeos y largas cavilaciones se dieron el valor de depositar al centro de los cuatro elementos su espíritu creador y con agradable sorpresa vieron que ahora si comenzaba a tomar forma y vida la Tierra. Pasaron los años y la obra seguía creciendo, pero ese crecimiento no era tan rápido y espectacular como ellos querían y por tercera ocasión se reunieron con la firme convicción de que esta sería la definitiva; analizaron que los cuatro elementos eran buenos y suficiente como materia prima y que estaban en armonía con el espíritu creador, pero hacía falta un catalizador que acelerara las formas y el fondo de la obra. Pesada fue la tarea y muchos los experimentos que tuvieron que hacer para llegar a crear la piedra filosofal que les hacia falta: El Hombre, Hombre con "H" mayúscula no de sexo, sino de especie.